Plaza del Castillo. El cuarto de estar de Pamplona – Iruña
Pasear desde el Albergue de Pamplona hasta la Plaza del Castillo (Gazteluko Plaza en euskera) es conocida como «el cuarto de estar de Pamplona», testigo y notaría de la vieja Iruña. Es el lugar en el que recibimos a nuestros visitantes. Una de las imágenes más populares y conocidas de la ciudad. Escenario de todo todo tipo de acontecimientos, la Plaza supone el verdero centro neurálgico de la urbe y el paso natural entre la ciudad antigua y la nueva.
Pasear desde el Albergue de Pamplona hasta la Plaza del Castillo, «el cuarto de estar de Pamplona», testigo y notaría de la vieja Iruña. Es el lugar en el que recibimos a nuestros visitantes. Una de las imágenes más populares y conocidas de la ciudad. Escenario de todo todo tipo de acontecimientos, la Plaza supone el verdero centro neurálgico de la urbe y el paso natural entre la ciudad antigua y la nueva .
De su importancia en la vida de la ciudad, es buena imagen cómo cada época trató de cambiar su nombre. En 1820 se llamó Plaza de la Constitución y en 1873 y 1931 Plaza de la República. Fueron denominaciones fugaces.
Los pamploneses volvieron a aquel antiguo nombre que hablaba de las dos antiguas fortificaciones que habían existido en su suelo, de las que luego aparecieron ruinas al construír el aparcamiento que existe y que las autoridades municipales no supieron muy bien qué hacer con ello, hasta acabar algunas de ellas en un vertedero. Son las incogruencias de la política.
En la actualidad, espacio de solaz para ancianos y niños en su centro, universitarios y familias para las terrazas de los bares que la rodean.La Plaza del Castillo es el verdadero punto de encuentro en una ciudad que a veces vive de espaldas de unos y otros de sus habitantes, pero hace de la Plaza un punto de convivencia para todos.
Peatonal y porticado en su totalidad, no tiene un estilo uniforme en sus edificios. Fruto de remodelaciones a lo largo de los años, sus edificios han sido construidos en distintas épocas y alturas. Solo la fachada de lo que fuera Palacio de Navarra en su lado sur, el edificio del antiguo Casino en el lado norte y la casona palaciega barroca del lado este del Palacio Goyeneche , reflejan la ciudad de otros tiempos. Un paseo obligado para quienes se quedan a dormir en Pamplona; como peregrinos, como turistas, como amigos.
Pincha aquí para verla ahora en directo por webcam
Pero la Plaza del Castillo es sobre todo un lugar de descanso, de relax. Sus numerosos establecimientos de hostelería,-el Gurea, el Babaria, el Casino, el Iruña, etc. Etc.- con terrazas a la calle, permiten un descanso en el Camino, o un momento de reflexión y abandono para seguir caminando. Las Terrazas de la Plaza del Castillo son el lugar ideal para relacionarse e interrelacionarse las culturas y las generaciones.
Os invitamos a que paseis por ella mientras rebuscáis vuestros mapas, mientras haceis números para una próxima parada, mientras tomáis ese café o cerveza tan necesario para seguir adelante, y sentís en vuestras caras esas briznas de sol tan caras y valoradadas en una ciudad como Pamplona.
Reservad un rato para visitar el Café Iruña, fundado en 1.888 y de impecable estilo modernista, y en el que podrás respirar e imaginar lo que vivieron nuestros bisabuelos de aquella ciudad pacata que acabó subyugando a Hemingway. Y, siguiendo la ruta tabernaria del afamado escritor, probad también las terrazas del Windsor (antiguo Bar Torino que Hemingway lo describió en su libro como Bar Milano), el antiguo Hotel Quintana que hoy ocupa la Tropicana, o del mítico Txoko.
Un poco de historia para quien quiera saber más
Llamada durante un período Plaza de la Constitución, su nombre actual ha sido siempre más conocido y tiene historia. No fue proyectada urbanísticamente lo que explica su forma irregular. Se trata del espacio que en el siglo XII se hallaba entre las murallas de la ciudad de la Navarrería y la Población de San Nicolás. En el siglo XIV se le conoció como plaza del Chapitel, luego plaza de armas del Castillo, por estar ubicado allí un castillo, cerca de las escalerillas hacia Estafeta. En el siglo XVI para diferenciarlo del castillo nuevo, construido fuera de la plaza, se le llama plaza del Castillo Viejo, aunque pronto se le llamará simplemente plaza del Castillo.
El primer castillo, fue mandado construir en el centro de la plaza, por el rey Luis el Hutin, entre 1308 y 1311. Cuando se reconstruyeron las murallas, para rodear toda la ciudad, este castillo quedaba demasiado dentro de la ciudad, y Fernando el Católico, manda levantar en 1513, utilizándose las piedras del Viejo castillo, desaparecido hacia 1540. Finalmente, hacia 1590, con la Ciudadela ya en construcción avanzada, se tiró este último castillo. La plaza ya estaba delimitada por tres de sus lados, menos el lado sur, en el cual, las carmelitas descalzas, construyeron un monasterio que cerró la plaza. Las obras acabaron hacia 1600.
Fue coso taurino desde el s. XVII hasta 1843 [cita requerida]. La plaza es fruto de construcciones de distintas épocas, por lo que puede apreciarse la gran variedad de estilos, siendo una plaza muy variopinta, y de gran solera.
A finales del XVIII, la plaza, fue decorada con una hermosa fuente de Luis Paret a la Abundancia, popularmente llamada la MariBlanca, que fue derribada en 1910, conservándose solo la estatua. En 1836, las Carmelitas Descalzas, se vieron obligadas, a abandonar el convento, con la Desamortizaciónde Mendizábal. Aquí se construirían el Palacio de laDiputación, el antiguo Crédito Navarro, y el Teatro Principal, todos de estilo neoclásico. En 1859, se instauró el Hotel La Perla, todavía presente en un rincón de la plaza, y el más antiguo de Navarra.
Entre 1880 y 1895, se instauraron el Casino Principal, y Café Iruña, con un aire romántico de fin de siglo, que aún conservan. Otros muchos cafés proliferaron en esta época. Por esta plaza pasaba el Irati en 1911. Con la construcción del Segundo Ensanche, aquella Plaza cerrada por el Teatro Principal (actual Teatro Gayarre), tuvo que retroceder, para abrir paso a la gran apertura de la ciudad, en 1931. Las fotos de arriba nos enseñan la evolución de plaza cerrada a plaza abierta por gentileza del actual Alcalde de Pamplona.
En 1943, se colocó el famoso y querido quiosco de música. Recientemente se ha rehabilitado la “belena del Iruña”, una callajuela larga y estrecha sin salida, hasta ahora residual y utilizada en otros tiempos para acceder a los locales que daban a calles más importantes.
No comments yet.